sábado, 2 de octubre de 2010

El inexorable paso del tiempo




El edificio data de la década de 1950, lamentablemente no existen antecedentes que indiquen la fecha de entrega de la obra, pero se corresponde con los edificios escolares del tipo "L", del primer plan quinquenal del gobierno de Perón.
Internamente se distribuyen cinco (5) aulas, una (1) oficina para los docentes, una (1) oficina para el director, una (1) amplia cocina, sanitarios para varones y mujeres, y vivienda para el director. Por separado se emplaza la vivienda para los docentes.
El paso del tiempo y lo agreste del paraje donde se ubica, sentenciaron al edificio a una terrible agonía; paredes derruidas, techos con goteras, aberturas arqueadas, avance de vegetación, etc.
La resistencia del edificio escolar, al paso del tiempo y al uso, depende de tres (3) aspectos:
1) la firmeza de los materiales.
2) la cultura del uso.
3) el rito de la mantención.
La conjunción de los tres aspectos hacen a la perdurabilidad del edificio escolar; en este sentido cabe destacar que, la falencia radica en el tercer aspecto, ya que no puede pensarse un edificio sin imaginarse la mantención y reparación a lo largo del tiempo.
No se ha logrado incluir al mismo en plan alguno, provincial o nacional, de refacción de escuelas.
No es un edificio más, es la herencia cultural del pasado, con la que se vive hoy y se transmite a las generaciones futuras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario